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29
Nov
Transporte por carretera: entre la sostenibilidad medioambiental y empresarial
En el primer Dia Mundial del Transporte Sostenible, desde el sector del transporte de mercancías por carretera afirman que la sostenibilidad debe enfocarse considerando sus tres dimensiones: medioambiental, social y empresarial, “como los lados de un triángulo equilátero”.
El pasado 26 de noviembre se celebró, por primera vez, el Dia Mundial del Transporte, Sostenible, promovido por Naciones Unidas, para visibilizar la importancia de un sector como el transporte que está plena transformación pero que sigue siendo vital para promover la conectividad, el comercio, el crecimiento económico y el empleo”. “Sin embargo-destacan desde Naciones Unidas- también está implicada como una fuente significativa de emisiones de gases de efecto invernadero, por lo que “la solución de estas compensaciones es esencial para lograr un transporte sostenible y, a través de ello, el desarrollo sostenible.
En su informe de 2016, el Grupo Consultivo de Alto Nivel del Secretario General definió el transporte sostenible como la prestación de servicios e infraestructura para la movilidad de las personas y los bienes – avanzando en el desarrollo económico y social para beneficiar al desarrollo económico y social en la actualidad – de una manera segura, asequible, accesible, eficiente y resistente, al tiempo que minimiza las emisiones y otros efectos ambientales. Por lo tanto, el transporte sostenible no es un fin en sí mismo, sino un medio para lograr el desarrollo sostenible.
Los retos del transporte por carretera
El transporte por carretera enfrenta una serie de retos que marcan la actividad actual de un sector catalogado como esencial para la economía de nuestro país. Ramón Valdivia, vicepresidente ejecutivo de ASTIC y miembro de la Ejecutiva de IRU destaca tres puntos clave en relación al transporte por carretera: “seguir avanzando en la mejora de las condiciones laborales de nuestros conductores; asegurar que en la transición energética de nuestro sector se respete la neutralidad tecnológica; y recordar que la sostenibilidad debe abordarse de forma integral, considerando sus tres dimensiones: medioambiental, social y empresarial, como los lados de un triángulo equilátero”.
Los conductores de camión enfrentan largas distancias, condiciones climáticas adversas y retos logísticos para garantizar que todo tipo de bienes lleguen a su destino de forma puntual y en perfecto estado. Desde alimentos y productos médicos hasta bienes de consumo y materiales esenciales, su labor es crucial para el funcionamiento de la sociedad.
Desde Astic destacan como durante la pandemia del Covid, cuando el mundo sufrió interrupciones sin precedentes, estos “héroes de la carretera” demostraron una resiliencia y dedicación excepcionales para mantener activas las cadenas de suministro globales. Cuando se inició la guerra en Ucrania o el terremoto de Marruecos volvimos a comprobar cómo se pusieron al servicio de la sociedad con imágenes de camiones transportando productos de primera necesidad. Camiones cargados de solidaridad que hemos vuelto a ver en las zonas afectadas por la DANA.
En el camino hacia la neutralidad de emisiones
Dese el sector del transporte de mercancías por carretera se viene incidiendo en un mensaje que se replica en cada foro al que asisten los representantes del sector: Lograr un transporte pesado por carretera climáticamente neutro sólo será posible cuando se respete el principio de neutralidad regulatoria; se fomente la competencia entre diferentes tecnologías ‘verdes’; y haya un compromiso equitativo de todas las partes (reguladores, fabricantes de vehículos, transportistas, cargadores y proveedores de energía).
El 96% de las mercancías que se transportan en España se mueven en camión; al igual que el 75% de lo que exportamos a la UE, en términos de toneladas.kilómetro. En comparación con el enorme servicio que este sector (transporte pesado por carretera) presta a las sociedades modernas, “sólo” representa el 4,5% de las emisiones totales de Gases de Efecto Invernadero (GEI) provenientes de la actividad humana en la UE.
«A nosotros -asegura Valdivia- nos gustaría que ese “solo” se convirtiera en “nada” y, por eso, las empresas de transporte a las que representamos ya llevan más de una década invirtiendo en ello: renovación de flotas, formación de conductores, vehículos más avanzados, nuevas tecnologías para optimizar la planificación de rutas con el fin de minimizar tiempos muertos y recorridos en vacío y uso de alternativas energéticas sostenibles como los combustibles renovables”.
Fuente y foto: Autonomosenruta.com